En el marco del 101 natalicio de Guillermo Cházaro Lagos y a una década de su partida, el Instituto Veracruzano de la Cultura reconoce el invaluable aporte cultural a la lírica sotaventina del destacado decimista veracruzano.
Guillermo Cházaro Lagos nació en la ex Hacienda de Corral Nuevo, cerca de Acayucan, Veracruz, el 31 de agosto de 1919. Sus primeros poemarios, Canto nuevo y Segundo ritmo, fueron publicados en 1941 y 1942, respectivamente. Sin embargo, sería hasta 1968 cuando forjaría la voz y el estilo que tanto reconocimiento le valió.
A este respecto, declaró: “Amo la franqueza, la sencillez y la limpieza de espíritu, me siento a gusto conmigo mismo habiendo suicidado al incipiente poeta de Canto nuevo y Segundo ritmo y resucitado al trovero de la llanura sotaventina, al decimista con raíz y olor a campo, soñador e imaginativamente aventurero, marinero de su río Papaloapan y vaquero de su llanura, nada tengo que hacer en la academia ni en cenáculos de poetas. La trova ganó mi vida y se las dejo cantada”.
Desde muy joven Cházaro Lagos, gracias a su talento, recorrió no sólo el estado de Veracruz y todo el país, sino también países como Venezuela, Canadá y Cuba.
Esa labor de difusión del arte y la cultura sotaventina le hizo merecedor de la medalla «El Cucalambé» en 1977, otorgado por la Casa Iberoamericana de la Décima de las Tunas, de Cuba, distinción única a un mexicano otorgada en los 30 años de instituida esa presea.
Dio vida en 1985 al programa «Viva la Cuenca» dedicado exclusivamente a la promoción y difusión de la décima y el son jarocho, a través de la radiodifusora XEFU y XEQO, «La voz de la cuenca del Papaloapan». Escribió los libros Cantos al Papaloapan (1974) reeditado por la Universidad Veracruzana en 1986, y Como la palma del llano (1991), editado por el Taller Cribo, en la Ciudad de México.
El célebre artista fue homenajeado en innumerables ocasiones por su labor en favor del desarrollo de la música tradicional y la poesía popular. En 2004 se instituyó la Medalla Guillermo Cházaro Lagos que se otorga a los decimistas veracruzanos con trayectorias destacadas.
Guillermo Cházaro Lagos falleció el 18 de marzo en el puerto de Veracruz, a la edad de 89 años. Su labor creativa y de difusión son un referente ineludible de la cultura veracruzana, específicamente de la lírica sotaventina, como lo muestra el Festival de la Décima, que lleva su nombre.
Aquí el fragmento de una décima contenida en el libro El rastro de mi vida: tres culturas, un sustrato común (2003), editado por la Universidad Cristóbal Colón y compilado por Francisco González Clavijo:
Soy jarocho de sabana
que a los tiros me enardezco
y en el fango amanezco
al compás de la jarana
y con la trova galana
voy enhebrando tu amor
sabiendo que eres primor
jarocha llena de brío,
que siendo del mismo río
no te rindes al calor.
Si en verso te he de cantar
soy un pájaro cantor.
El jarocho trovador
que sabe sufrir y amar
nunca ha sabido llorar
y a cada son más se crece
y trovando le amanece
a la flor que baña el río
enlazándola: ¡amor mío,
que tardecito anochece!