Ernesto “El Chango” García Cabral

Santiago Pérez Garci

El Instituto Veracruzano de la Cultura recuerda a Ernesto “El Chango” García Cabral en la conmemoración del 52 aniversario de su fallecimiento, acaecido el 8 de agosto de 1968. Citado entre sus contemporáneos y por la crítica cultural como uno de los dibujantes más destacados de su tiempo, así como una de las figuras clave en el periodismo ilustrado mexicano del siglo XX, la obra de este distinguido creador veracruzano se erige como un referente ineludible en el universo editorial de nuestro país.

La misión creativa de García Cabral se desplegó durante casi siete décadas en portadas, cartones, carteles, viñetas, ilustraciones y lienzos; célebres son sus retratos, articulados impecablemente a partir de sintéticos apuntes sobre papel o de un detallado ejercicio mimético. Pocos personajes y personalidades de su época escaparon de su mirada, sentido del humor y trazo, lo mismo boleros y teporochos que políticos, artistas e intelectuales, así como protagonistas de la farándula y de la época dorada del cine mexicano. Revistas y diarios de circulación nacional fueron el campo fértil donde quedó el sello de un caricaturista e ilustrador indispensable de nuestra cultura visual, cuya carrera alcanzó también los horizontes de la industria cinematográfica.

Artista polifacético, bailarín de tango, luchador y, por supuesto, afamado ilustrador y caricaturista, Ernesto “El Chango” García Cabral nace en Huatusco el 18 de diciembre de 1890, que era entonces una pequeña villa enclavada en la serranía veracruzana: “un lugar idílico y paradisiaco”, como lo evocara siempre el propio artista. Fue en su infancia que reconoció su vocación por el dibujo e impartió clases en esta materia en la escuela cantonal de Huatusco a los 11 años de edad; viajó a la Ciudad de México en 1907 para ingresar a la Academia de San Carlos, gracias a una beca otorgada por el gobierno estatal de Teodoro A. Dehesa, y fue en esa centenaria institución artística donde se formó bajo la tutela de Germán Gedovius.

En el ocaso del porfiriato, García Cabral inicia sus colaboraciones en revistas periódicas como La Tarántula y Frivolidades, bajo una marcada influencia modernista; sin embargo, fue durante el movimiento revolucionario gestado en 1910 que cobrarían fama sus caricaturas de personalidades de la farándula y de la política, entre éstos, los caudillos y líderes del movimiento revolucionario. Con sus contribuciones para la publicación Multicolor, del editor Mario Vitoria, la obra de García Cabral formó parte de la campaña antimaderista orquestada desde distintos medios impresos que habían sido privilegiados por el régimen porfirista. Destacan en esta línea algunas de sus más mordaces caricaturas políticas, referentes a la presidencia y figura de Francisco I. Madero, quien finalmente le otorga una beca para estudiar en París, donde forjaría una estrecha relación con Isidro Fabela. Con ello inició la fortuna internacional de “El Chango”, obligado a trabajar para revistas francesas una vez que dejó de recibir los apoyos económicos durante el gobierno golpista de Victoriano Huerta.

Abandona París hacia 1915, ya con un estilo muy definido y obligado por la precariedad económica prevaleciente durante la Primera Guerra Mundial, para viajar a la capital española y finalmente establecerse en Buenos Aires, Argentina. Las revistas francesas La Bayonette, Le Rire y La Vie Parisienne, así como los diarios argentinos La Nación, El Tiempo y El Mundial publicaron sus trabajos, lo mismo que otras firmas editoriales bonaerenses y chilenas. Tras un breve desempeño diplomático en Argentina, retorna a México en 1918 para continuar su trayectoria como ilustrador, caricaturista y dibujante publicitario: su imaginario acompañó durante años las páginas y textos de periódicos como Novedades, y de suplementos como Jueves, de Excélsior. Pero fue la lujosa Revista de Revistas el escaparate que le otorgó singular fama y donde se consolidaría como uno de los grandes exponentes latinoamericanos del Art Decó, un movimiento estético que marcó las pautas del diseño y las artes aplicadas entre las décadas de 1920 y 1940. Sus portadas y viñetas realizadas en una amplia variedad de técnicas y estilos e impresas a todo color, permiten advertir la versatilidad y maestría de García Cabral. En ellas quedaron plasmadas escenas costumbristas, pero también los íconos de un incipiente cosmopolitismo marcado por la moda femenina de la época, la vida nocturna y símbolos de la modernidad urbana.

García Cabral cuenta con un lugar privilegiado en el recuento histórico del periodismo y el universo editorial ilustrado de nuestro país. Veracruzano de nacimiento, “El Chango” fue emblema y protagonista entre una generación de creadores que marcaron ruta en el devenir cultural del México del siglo XX. Su obra obtuvo el reconocimiento de colegas, lectores y aficionados al humor gráfico, y ha alcanzado, hasta nuestros días, un lugar insustituible en la historia del arte mexicano.

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Ernesto García Cabral. Imagen: Secretaría de Cultura